El principio de lo opuesto

El principio de lo opuesto
Un gran detalle del nuevo testamento es su énfasis en enseñarnos que el reino de Dios funciona totalmente distinto a lo que nosotros acostumbramos en este sistema. En cuestiones lógicas, si yo doy a otros lo que tengo me estaría quedando con menos para mi pero en el reino de Dios esto conlleva una promesa de bendición. En este sistema si yo recibo un insulto y una agresión para hacerme "respetar" debo mostrarle a mi atacante que se metió con la persona equivocada pero en el reino de Dios aplico la tolerancia y pongo la otra mejilla. 
Por sentido común, yo debería tratar bien solo a quienes me tratan bien y amar a quienes me aman pero en el reino de Dios soy llamado a amar a todos. ¿Dios se volvió loco?

Constantemente la biblia nos apuntala para que hagamos lo opuesto a lo esperado, lo opuesto a lo recibido, lo opuesto para atraer lo que queremos. Observemos de ejemplo el siguiente versículo. 

Efesios 4:28-30 Dios Habla Hoy (DHH)
28 El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados.

29 No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. 

El que robaba ahora no solo no roba más, sino que le da a otros. Se nos enseña no solo a no decir malas palabras sino a esforzarnos por dar buenas palabras. 

Creo que todos tenemos una inclinación hacía la abstinencia pero no al cambio de actitud, por eso nuestras dietas fracasan o nuestras actividades físicas no pasan del primer mes, de la misma manera que quizá no logramos salir de las adicciones o ser mejores estudiantes. 
Dejamos de comer grasas en lugar de remplazarlas o colocarlas en una dieta equilibrada, elegimos actividades físicas que no nos gustan; solo las hacemos por querer bajar de peso. 

Recuerdo a un joven adulto que tenía problemas con el alcohol recaía constantemente, se notaba que una parte de él realmente quería salir, pero su principal problema era que al cabo de unos meses creía que ya podía controlar la adicción y pretendía tomar social mente con sus amigos. Aquí radica uno de los principales problemas, el se abstenía pero no cambiaba de hábitos. Seguía con el mismo circulo social, con el mismo tiempo libre y con las mismas actividades que involucraban su vicio, pero se abstenía. 

Es necesario planificar como saldremos de estás situaciones, mirar más allá de solamente el problema en si mismo y proponernos hacer algo más algo que hoy parece distante.